SEXOLOGÍA

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SEXOLOGÍA CLÍNICA

En Sexología Clínica nos encontraremos con:

Sex Therapy o Terapia Sexual y/o de Pareja

Objetivo: Suelen ser problemas o dificultades comunes, y no graves, pero pueden presentarse de mayor gravedad, de esto dependerá las características de la intervención, tanto en duración, como en profundidad.

Formato: individual o en pareja.

Terapia Sexual

La terapia sexual puede hacer referencia a uno, a dos o más, la terapia de pareja se refiere a dos, pero siempre en el trasfondo de ésta, estaría lo sexual. O dicho de otra manera, el sujeto de cualquiera de éstas, siempre, será el ser como sexuad@ o en su caso, los seres como sexuad@s.

Terapia de pareja

Está claro que la terapia de pareja va a estar focalizada en ésta, y la intervención se efectuará sobre estos sujetos sexuados y la relación que mantienen. Pero no olvidemos, que una pareja, y más en estos tiempos, va unirse en función del “deseo”. Y matizando más, del “deseo sexual”. Por lo tanto, sea cual fuere la problemática que presente y el ámbito que toque, es una terapia sexual.

Lo cierto es que, a lo largo de la vida y del reconocimiento de esta ciencia y de su práctica sexológica, desde muchos sectores de la Sexología o desde otras profesiones, se ha planteado la terapia sexual desde una perspectiva reduccionista y simplista, centrada en la erótica (a excepción de las intervenciones sobre problemáticas de identidad y orientación, en muchas ocasiones cuestionables); y la terapia de pareja en la parte de la terapia sexual, no erótica o no amatoria; excluyendo un matiz de suma importancia, que una pareja es por definición sexual, dado que está compuesta por un hombre y una mujer, un hombre y otro hombre o por dos mujeres, o de dos personas en sí. Y para esos seres sexuad@s, el sexo de ese otr@ es absolutamente relevante, y modificarlo o no tenerlo en cuenta, sería modificar la esencia de su misma existencia o negar una realidad.

Desde nuestro paradigma, la terapia de pareja, insistimos, estará inmersa siempre en la terapia sexual y el foco de atención en la intervención estaría centrada tanto en el ámbito de la convivencia a todos los niveles, como en otros que tuvieran más en cuenta la parte de la erótica, y todo lo relacionado con ella; háblese de lo corpóreo o no, de lo genital o no. Con independencia de su formato en pareja o que la intervención se centre en lo erótico o no.

Consideramos que, todo problema sexual que surja en pareja, sería conveniente la intervención sobre ella, aunque sólo un@ de ell@s planteara la problemática. Cierto aspecto importante y del que somos plenamente conscientes, es que la otra parte de la pareja puede negarse a participar en estas sesiones. En tal caso, intervendremos sobre la persona que acude a consulta, teniendo en cuenta que durante el proceso se irán produciendo ciertos cambios en ésta, que si la otra parte no va absorbiendo, podrá peligrar dicha relación. Generalmente, el/la termina viniendo a terapia, ya que de alguna forma, los cambios de la persona que acude a terapia, lo confunden y le van dando aviso que algo no funciona bien.

Terapia Sexual Individual

Pero, también, se da el caso de aquella persona que acude a la consulta y que no tiene pareja, o desea tratar su problemática de forma individual.

Algunas ideas erróneas y prejuicios sociales
  • La mujer tiene dos tipos de orgasmos uno vaginal y otro clitorideo.
  • La vida sexual de la mujer termina con la menopausia y la histerectomía.
  • El placer sexual de la mujer en el coito depende del tamaño del pene.
  • La potencia sexual del hombre depende del tamaño de su pene.
  • El número limitado de experiencias y de años para la actividad sexual.
  • Tanto el deseo como las habilidades sexuales pueden incrementarse mediante el uso de afrodisíacos.
  • Sin penetración no se pueden tener relaciones sexuales completas y satisfactorias.
  • El hombre no debe negarse nunca a tener contacto erótico y un largo etcétera.


Causas habituales de demanda de atención

En cuanto a las consultas más habituales podemos decir que la mayoría son motivadas por problemas de desinformación y mala información, como los prejuicios antes mencionados. Ahora, los motivos de consulta más habituales suelen ser:

“Problemas sexuales” en la relación de la pareja o de uno de los dos miembros de ésta, o simplemente de forma individual. Entre las causas más comunes, que pueden ser consultados tanto en pareja como individualmente, nos encontramos: Deseo sexual hipo-activo. Trastorno por aversión al sexo. Trastorno de la excitación femenina. Trastorno de la erección o disfunción eréctil. Anorgasmia femenina. Dispareunia. Vaginismo. Trastornos relacionados con la identidad sexual. Trastornos relacionados con excitación sexual anómala.

“Problemas de pareja” en cuanto a la relación en sí, como a algunas cuestiones particulares: Falta de una buena comunicación, mala convivencia, que puede ser, en general, o provocada por los cambios sociales que se van asentando y que tienden a fomentar la igualdad, en algunos casos, no entendida por ambos, de igual manera, creando conflictos que no saben resolver surgiendo desencuentros.